El bruxismo, cómo detectarlo y cómo tratarlo

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El bruxismo es el hábito de apretar o frotar los dientes de manera consciente o inconsciente. Generalmente tiende a producirse de noche durante una de las fases profundas del sueño y no tiene por qué tener grandes consecuencias. Sin embargo, debido a diversos factores externos (estrés, algunas enfermedades, drogas, etc) puede presentarse también durante el día y llegar a ser tan intenso que provoca lesiones en los dientes y molestias en cabeza y cuello.

CÓMO DETECTARLO

En los dientes suelen aparecer las primeras señales. El bruxismo puede ser céntrico o excéntrico dependiendo de si se aprieta o se frotan los dientes, también pueden combinarse ambos. Debido a la presión que sufre los dientes comienzan a presentar señales en la encía. Se inflama y se retrae, dando una sensación de «diente más largo». También el propio diente empieza a perder tejido en la zona más cercana a la encía (cuello) y comenzamos a notar que presenta una especie de corte que puede llegar a ser muy marcado. El hecho de frotarlos también se hace visible porque perdemos los «picos» (cúspides) característicos, de los colmillos por ejemplo, y comienzan a apreciarse sumamente planos los bordes de los dientes.

Los cuellos y las cúspides de los dientes pueden repararse, aunque muchas veces no se pueden restaurar como en su estado inicial, pero la retracción de la encía sólo puede repararse mediante un injerto de encía. Una cirugía que reposiciona la encía del paciente lo más parecido a su estado anterior pero que no siempre consigue que se recupere, afortunadamente lo que si que consigue es frenar muchísimo el avance del problema gracias a la cicatriz que se forma (la cual no deja marca alguna).

CÓMO TRATARLO

Ya hemos visto cómo tratar las secuelas que quedan en nuestra boca debido al bruxismo pero es vital controlar el factor desencadenante. Para ello se coloca una férula de descarga que el paciente debe usar todas las noches e incluso durante el día si se considera posible y necesario.

Esta férula es transparente y está completamente ajustada a los dientes del paciente, si no la usara de manera habitual la férula dejará de encajar y tendrá que repararla o hacer una nueva. El grosor de la férula es lo que evita que el paciente siga desgastando sus dientes y seguir apretando de manera habitual. Cuando se coloca se tiene que ajustar a la mordida personal del paciente y debe revisarse en las semanas posteriores para ir realizando las correcciones oportunas. Debido a su grosor puede conllevar un periodo de adaptación, muchos pacientes amanecen sin ella puesta o tienen sensación de nausea en la algún momento. Es cuestión de tiempo y paciencia adaptarse a ella. Es aconsejable traer la férula en las limpiezas para seguirla revisando y también cuando tengamos que someternos a algún empaste, de modo que nos aseguremos de que sigue adaptando perfectamente.

BENEFICIOS

A parte de proteger nuestros dientes, la férula de descarga puede proporcionarnos alivio de distintos problemas. Debido al control de la tensión que se genera en la boca puede mejorar mucho nuestro descanso nocturno, pues muchos problemas de sueño están relacionados con el bruxismo, aunque el paciente no nota la presión. El ronquido nocturno también puede mejorar gracias al efecto de la férula. Las molestias de cuello y nuca que sufren algunos pacientes y que no encuentran explicación a la tensión que acumulan suelen aliviarse después de su uso frecuente.

Si tienes dudas o quieres conocer algo más acerca del bruxismo, no dudes en acudir a un profesional. En Centros de Calidad Dental de Canarias estamos deseando ayudarte.

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