Es muy común escuchar en nuestro entorno la frase «Yo ya me arreglé la boca hace un par de años» en alusión a un periodo de tratamiento dental. Hay quien entiende que después de ese periodo ya no es tan necesario acudir al dentista, incluso creen erróneamente que los dientes no van a volver a tener caries después del tiempo y dinero invertido. Sin embargo, eso normalmente no es acertado.
¿CUÁNDO DEBO ACUDIR AL DENTISTA?
En cualquier circunstancia (excepto cuando ya no se tienen dientes ni implantes) siempre es recomendable realizar limpiezas profesionales cada 6 meses, o al menos una vez al año. De ese modo minimizamos el riesgo de padecer enfermedad periodontal y caries. Por muy exhaustiva que sea nuestra higiene en casa, el sarro seguirá acumulándose en mayor o menor medida en nuestra boca y hay zonas a las que sólo se llega a limpiar mediante el ultrasonido. Las caries también pueden crecer mucho y obligarnos a hacer tratamientos costosos por no haberlas cogido a tiempo, ya que no siempre notamos que algo vaya mal.
Aunque ya no tengamos dientes también es bueno que el dentista revise nuestra encía y compruebe que la prótesis no hace ninguna llaga y está bien ajustada.
PERO YO TENGO PUENTES
Los puentes o coronas son estructuras que se colocan sobre nuestros propios dientes para mantenerlos cuando queda poca estructura dental o para ganar mordida en zonas donde hemos perdido piezas. En cualquier caso debajo de esa estructura sigue habiendo un diente. En ocasiones para poder trabajar se necesita hacer una endodoncia (matar el nervio) o incluso más de una, por lo tanto esa pieza no tendrá sensibilidad.
Esto significa que se puede picar como cualquier otro diente, que sigue acumulando sarro de la misma manera y que también puede sufrir infecciones. Para prevenir cualquiera de estos inconvenientes es crucial seguir visitando al dentista una vez colocado el puente. Él se asegurará de cuándo es pertinente hacer radiografías o limpiezas y le dará consejos para que mejore su higiene si así lo necesitara.
PERO YO TENGO IMPLANTES
Los implantes dentales son piezas de titanio o circonio que se integran en nuestro hueso y que se mantienen más firmes incluso que un diente, sin embargo eso no significa que una vez colocados podamos olvidarnos del dentista para siempre.
Los implantes conllevan aún más revisiones que un diente normal dado que no suelen molestar cuando hay algún problema. En este caso sería más importante que las revisiones se hagan a rajatabla y así prevenir que se produzca una periimplantitis, una inflamación alrededor del implante que actúa igual que la periodontitis haciendo que el hueso vaya menguando con el tiempo. Las limpiezas y las radiografías son indispensables para que los implantes duren todo lo posible en nuestra boca. En ocasiones las prótesis sobre implantes pueden ser complicadas de limpiar y suelen necesitar de elementos de ayuda como una ducha dental o sedas dentales específicas para que la limpieza sea lo más completa posible.
PREVENCIÓN ES SINONIMO DE SALUD
Cuando se realiza la limpieza también se hace una exploración de cada diente en busca de caries o zonas susceptibles de serlo para que el paciente preste especial atención en la higiene diaria. En nuestro centro también hacemos una revisión orientada a la prevención de cáncer oral gracias al Velscope, un aparato que mediante una luz fluorescente es capaz de detectar anomalías en la mucosa antes de ser visibles a simple vista.
Siempre será mejor prevenir que curar, por eso, no deje de acudir a su dentista periódicamente para que le ayude a seguir conservando su sonrisa sana día a día.
