Muchas personas no acuden al dentista o a cualquier otro especialista médico por miedo al dolor, esto es lo que se conoce como el ‘síndrome de la bata blanca’. Esto se observa claramente en los niños, que lloran cuando ven a un médico.
Para superar este miedo los especialistas aconsejan elegir un dentista que les transmita confianza y tranquilidad.
A la hora de realizar el tratamiento se puede hablar con el médico para pactar cómo hacer el procedimiento para evitar el estrés o ansiedad del paciente, es decir, que realice poco a poco o todo lo contrario.
Quienes no quieren enterarse de ningún paso del procedimiento eligen que se realice con sedación consciente. En estos casos, el anestesista no induce a una anestesia completa sino una relajación que lo mantiene despierto sin generar ansiedad.
En qué consiste la sedación consciente
Ésta consiste en utilizar sedación intravenosa para calmar al paciente. Es una técnica eficaz a través de la que se administran fármacos directamente en la vena. Esto permite al anestesista tener el control de las dosis y la comodidad del paciente de no tener efectos adversos al recuperarse.
¿El paciente está completamente sedado?
En la sedación consciente el paciente no está totalmente anestesiado, sino que se induce una relajación controlada. Ésta no tiene los efectos negativos de una anestesia general y una vez el paciente se recupere de la sedación podrá irse a casa con total normalidad.
¿En qué pacientes se puede aplicar la sedación consciente?
La sedación consciente se utiliza en aquellos pacientes que se ponen muy nerviosos al acudir a la consulta del dentista, tienen ansiedad o fobia.
También en aquellos que necesitan una atención especial, como pueden ser:
– Patologías cardiacas en pacientes con disminución psíquica
– Patologías que requieren de una atención especial
– Discapacitados funcionales
– Niños de muy corta edad
Las ventajas de la sedación consciente
El uso de la sedación consciente en odontología tiene grandes ventajas para el paciente, entre las que destacan:
– Reducir el nerviosismo y ansiedad del paciente
– Minimiza los movimientos del paciente que puedan dificultar el desarrollo del tratamiento
– Produce un cierto grado de amnesia de los procedimientos
– Los fármacos tienen mínimos efectos secundarios
– El tratamiento se realiza con total seguridad
Supervisión del paciente durante el tratamiento
Durante todo el procedimiento el paciente estará supervisado por un anestesista. Además, el equipo de sedación intravenosa siempre consta de un pulsioxímetro, un monitor EKG, un desfibrilador y oxígeno medicinal suplementario, que mejora la respiración y ayuda a combatir posibles infecciones.