Si alguna vez has sentido dolor en la mandíbula o has escuchado cómo te cruje cuando la mueves, posiblemente padezcas una disfunción de la articulación temporomandibular (ATM). Antes de nada, es necesario aclarar qué significa el término ATM. Muchas veces la gente utiliza este término incorrectamente para referirse al problema, cuando en realidad ATM es la abreviatura de la articulación temporomandibular en sí. Es decir, cada persona tiene dos ATM, otra cosa es que padezca una disfunción de la articulación.
Disfunción mandibular
La disfunción de la ATM se caracteriza por el dolor y la dificultad para mover correctamente la articulación temporomandibular y los músculos que la rodean. Determinar qué la causa no es tarea fácil: puede ser por estrés, malas posturas o por genética. La buena noticia es que es una afección que tiende a mejorar fácilmente, sobre todo si sigues los consejos que te damos a continuación.
- Es preferible que consumas alimentos blandos. Esto permitirá que la articulación y la musculatura se recuperen en menos tiempo.
- Intenta no abrir la boca excesivamente, ni para ingerir alimentos ni al bostezar. Trata de cortar la comida en trozos pequeños y sujetarte la boca para no abrirla demasiado cuando bosteces.
- Trata de no comer chicle, ya que sobrecargas la musculatura masticatoria.
- Respira. Relajarte es parte importante del proceso.
- Intenta no apretar los dientes. Cuando notes que lo estás haciendo, sepáralos un poco. Si sientes que repites continuamente este hábito, lo mejor es utilizar la férula de descarga oclusal.
- Evita morder lápices, morderte las uñas, sujetar el teléfono con la barbilla o el hombro o morderte labios y mejillas. Las malas posturas que generan estos hábitos empeoran la situación.
- Es importante que ejercites diariamente el cuello y la espalda para evitar lesiones. Además, recuerda mantener una buena higiene postural en tu día a día.
- Trata de dormir boca arriba siempre que puedas.
- Evita estimulantes como la cafeína, teína y nicotina.
- En caso de dolor, utiliza el calor húmedo de una toalla durante 10 minutos varias veces al día para aliviarlo.
- Masajear la zona de la nuca, las sienes, la mandíbula y el cuello ayudará.
- Piensa en positivo. No hay mejor relajante que ver las cosas de una manera optimista. Todo va a salir bien.