Los colutorios se llevan usando para la higiene bucodental desde hace mucho tiempo, tanto como 100 años, pero no son muy conocidos para la mayoría de la población a pesar de sus beneficios. El uso de estos ayuda a curar y prevenir afecciones en la boca, por lo que es recomendable tener alguno cerca del cepillo de dientes.
¿Qué son los colutorios?
Los colutorios son una solución acuosa que contiene un compuesto gelatinoso para que la solución con propiedades antibacterianas, cicatrizantes y reguladoras del pH permanezca más tiempo en la boca. Esta característica los diferencia de los enjuagues bucales, mucho más líquidos.
Los beneficios de los colutorios
Los colutorios son muy efectivos para evitar la aparición de placa bacteriana, la enfermedad periodontal y el sarro. Todos son efectivos con estas patologías, pero hay algunos que tienen características específicas para solucionar ciertas dolencias.
¿Sustituye al cepillado?
Hay que consultar a un odontólogo siempre que se quiera usar un colutorio para no poner en riesgo la salud bucal. También hay que pensar que este producto no sustituye al cepillado, sino que es un complemento. Cepillarse los dientes es muy importante para cuidar la salud bucodental y si no se hace con la frecuencia y calidad adecuada el colutorio no servirá de nada. Además, esta solución tan beneficiosa ha de usarse única y exclusivamente después de cepillarse los dientes.
Colutorios infantiles
Es recomendable el uso de colutorios desde edades tempranas, aunque los que son para adultos son demasiado fuertes, por lo que hay que emplear adaptados a los más pequeños. También hay que prestar atención a que el niño no se trague el colutorio, porque podría ser muy peligroso. Hay que enseñarle que no se trata de un jarabe, sino de algo que cuida sus dientes, pero que no se puede tragar. También sería conveniente que los padres o cuidadores del niño sean conscientes de los posibles efectos secundarios y de cómo actuar en caso de que se ingiera el producto.
Los colutorios son buenos aliados para evitar tener problemas en la boca, pero también tienen un componente estético, hacen que la sonrisa luzca más limpia y radiante. Sirven para curar afecciones y para el mantenimiento diario, por lo que su uso debería ser casi obligatorio. Sobre todo para aquellas personas con ortodoncias o tratamientos que dificulten realizar una higiene completa.